2 Costillas de cerdo.
Sal.
Pimienta negra.
Aceite oliva virgen extra.
1 Litro de cerveza.
Para la salsa barbacoa casera:
2 Cucharadas de mantequilla.
1 Cucharada de aceite oliva virgen extra.
3 Dientes de ajos.
1/2 Cebolleta o cebolla.
2 Cucharadas de miel.
2 Cucharadas de azúcar moreno.
1 Cucharada de orégano seco.
2 Cucharadas de salsa ketchup.
1/2 Vaso de caldo de carne.
3 Cucharadas de salsa de tomate casero.
1 Cucharadita de salsa Gochujang (opcional)
Sal.
Pimienta negra molida.
PREPARACIÓN
Calentamos el horno a 200º y ponemos en la bandeja inferior la cerveza.
Salpimentamos las costillas y le añadimos un chorrito de aceite de oliva virgen por encima.
En la rejilla del horno, ponemos las costillas y la introducimos en el horno durante una hora aproximadamente (30 minutos por cada lado)
También podemos cocer las costillas en agua durante 15 minutos si queremos que nos salgan bien tiernas antes de meterlas en el horno.
Mientras, vamos preparamos la salsa barbacoa.
En una sartén o una cazuela ponemos la mantequilla y el aceite de oliva virgen y doramos levemente los dientes de ajos ya pelados y cortados.
Agregamos la cebolleta igualmente pelada y cortada y dejamos pochar unos minutos a fuego suave.
Seguidamente añadimos las dos cucharadas de miel y las otras dos cucharadas de azúcar y mezclamos bien.
Ponemos el orégano seco, las dos cucharadas de salsa ketchup, salpimentamos y seguimos mezclando.
Ahora, le incorporamos el medio vaso de caldo, las tres cucharadas de salsa de tomate casero, media cucharadita de salsa Gochujang para dar un toque picante (opcional) mezclamos bien y dejamos reducir la salsa unos 10 o 12 minutos a fuego suave.
Apartamos la salsa del fuego, trituramos y reservamos.
Pasados unos 30 minutos, sacamos las costillas del horno y las glaseamos con la salsa por ambos lados, con la ayuda de un pincel para cocina.
Volvemos a meter las costillas al horno durante 30 minutos mas.
Añadimos agua en la bandeja inferior para evitar que se seque si fuese necesario.
Pasado este tiempo ya estarán listas nuestra costillas en salsa barbacoa.
Podemos acompañarlas de patatas fritas, al horno o una buena ensalada.
Un buen provecho, un par de risas y un buen café.