1 Pollo troceado.
1 Cebolla.
3 Dientes de ajo.
1/2 Vaso de vino blanco.
80 gr de almendras crudas y sin piel.
1 Cucharada de pimentón dulce.
Azafrán en hebras.
3 Cucharadas de tomate frito.
Sal.
Pimienta negra molida.
Aceite oliva virgen extra.
Preparamos la carne de pollo, quitándole la piel y la grasa sobrante y las reservamos.
En una cazuela a fuego medio y con unas tres cucharadas de aceite de oliva virgen, doramos los dientes de ajos enteros y golpeados, la cebolla cortadas en cuartos y las almendras.
Cuando las almendras estén doradas, retiramos todos los ingredientes al vaso batidor (antes le retiramos la piel a los ajos)
Ponemos el 1/2 vaso de vino blanco al vaso batidor, trituramos y reservamos.
En esa misma cazuela y con un poco de aceite oliva virgen, doramos los trozos de pollo a fuego medio/alto y salpimentamos.
Ahora ponemos el azafrán en hebras, para que vaya rehogando.
Agregamos el pimentón dulce, mezclamos y rápidamente añadimos el tomate frito.
Agregamos el majado a la cazuela y ligamos bien la salsa.
Tapamos y dejamos que cocine a fuego suave durante 15 o 20 minutos.
Movemos de vez en cuando (si queda muy espeso, ponemos un poco de agua)
Apartamos del fuego y decoramos con un poco de perejil fresco picado por encima.
Acompañamos con unas patatas fritas cortadas en dados o arroz recién cocido.
Un buen provecho, un par de risas y un buen café.
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