1 Pollo entero y troceado.
1 Cebolla.
2 Pimientos verdes italiano.
3 Dientes de ajos.
2 Patatas medianas.
5 Tomates maduros y triturados.
Guisantes.
1/2 Vaso de vino blanco.
1 Vaso de caldo de ave.
2 Hojas de laurel.
1 Cucharadita de orégano seco.
1/2 Cucharadita de comino molido.
Pimienta negra molida.
Sal.
Aceite oliva virgen extra.
Lo primero que haremos será salpimentar el pollo.
Ponemos una cazuela al fuego y con un poco de aceite oliva virgen y vamos sellando la carne y la reservamos.
En la misma cazuela, cocinamos la cebolla, los pimientos y los dientes de ajos previamente cortados a fuego suave.
Ponemos la cucharada de pimentón dulce y mezclamos bien.
Rápidamente añadimos los tomates triturados a la cazuela y los cocinamos durante unos diez minutos aproximadamente.
Ahora le ponemos las hojas de laurel y el vino y dejamos evaporar el alcohol.
Añadimos el comino, el orégano, el vaso de caldo de ave y dejamos cocinar unos minutos mas.
A media cocción salpimentamos.
Retiramos las hojas de laurel y trituramos la salsa.
Devolvemos la salsa de tomates a la cazuela y añadimos los trozos de pollo que habíamos marcado previamente, agregamos unos guisantes, tapamos la cazuela y dejaremos cocinar a fuego lento durante 15 minutos aproximadamente.
Rectificamos de sal si fuese necesario y, pasado ese tiempo, apartamos la cazuela del fuego y dejamos reposar unos minutos.
Podemos acompañar con unas patatas media fritas y las terminaremos de cocinar en la salsa.
Pollo guisado en salsa de tomate casero.
Un buen provecho, un par de risas y un buen café.
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