2 o 3 Cebollas o cebolletas grandes.
3 Dientes de ajos.
2 Hojas de laurel.
1 Cucharadita de tomillo seco.
1 Vaso de vino blanco.
Sal.
Pimienta negra molida.
Aceite oliva virgen extra.
PREPARACIÓN:
Limpiamos muy bien los chipirones reservando los brazos o tentáculos.
Pelamos y cortamos las cebollas en juliana y pelamos y laminamos los dientes de ajos.
Ponemos al fuego medio/alto una cazuela amplia con un chorro generoso de aceite de oliva virgen y marcamos bien los chipirones (no mover demasiado los chipirones para que no suelten demasiada agua) apartamos y reservamos.
En la misma cazuela, ponemos un poco mas de aceite de oliva virgen y pochamos las cebollas y los dientes de ajos a fuego suave.
Agregamos las cabezas de los chipirones y las rehogamos un par de minutos.
Devolvemos los cuerpos de los chipirones a la cazuela, salpimentamos, añadimos el vaso de vino blanco, las hojas de laurel y un poco de tomillo seco.
Tapamos la cazuela y dejamos que reduzca el vino a fuego medio.
Devolvemos los cuerpos de los chipirones a la cazuela, salpimentamos, añadimos el vaso de vino blanco, las hojas de laurel y un poco de tomillo seco.
Tapamos la cazuela y dejamos que reduzca el vino a fuego medio.
Comprobamos que los chipirones estén tiernos y apartamos la cazuela del fuego.
Un buen provecho un par de risas y un buen café.
Un buen provecho un par de risas y un buen café.
Chipirones encebollados.
Si aún no habéis probado esta receta, aquí tenéis una manera muy fácil y económica de prepararla.
Podemos acompañar este plato de chipirones con unas buenas patatas fritas o en mi caso con un buen risotto de verduras con calabacín y setas (aquí os dejo la receta Risotto de verduras con calabacín y setas )
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